Octubre de 1944, ELS FETS DE MATARRODONA RELATATS PEL CAPITÀ DELS MAQUIS
"El paso de los Pirineos fue fácil. Se les había dicho que una vez en territorio español encontrarían toda clase de facilidades, por ejemplo, les ayudaría del pueblo por mediación de enlaces, comités de Unión Nacional en todas las localidades por dónde pasasen.
Formaban parte del grupo, guerrilleros ya fogueados con muchas horas de batallas. Hombres que con anterioridad habían luchado en los frentes de la Guerra Civil española, gentes de los partidos políticos e incluso militares profesionales.
La misión de estos héroes de la Francia era llegar lo más pronto posible a su destino. Cataluña era el lugar designado por el mando y una vez allí, los Maquis serían distribuidos por todo el territorio nacional.
Una vez en España había que despojarse de toda su indumentaria y mezclarse con el pueblo, participando de todos los actos, buscando siempre la forma de trabajar en cualquier sitio hasta que llegasen las órdenes para la insurrección: la Hora H.
A primeras horas de la noche del día 29 de Octubre de mil novecientos cuarenta y cuatro llegaron a un lugar de Cataluña denominado Matarrodona después de haber pasado por la Seo de Urgell y Mollerusa. Una casa de campo fue su parada para el descanso y poder comer algo. Inmediatamente, se montó la guardia en los alrededores de la masía y el resto del grupo se le ordena pelar patatas con el fin de ayudar a los dueños de la casa, unos payeses.
(Matarrodona, Mura)
- ¿Otra vez a pelar patatas. ¿Es que no sirvo para otra cosa?. ¡Coño!. Ya estoy hasta los......... . ¡La madre que los parió!. Desde que estoy en el Maquis no hice otra cosa que hacer de sirvienta.
Así se expresaba Pedrito, un guerrillero de Candás que venía aconsejando todo el camino que cada uno de nosotros debería ir para su tierra, y desde allí, siempre sería más fácil luchar que no estar en otro lugar desconocido.
Estaban a punto de dar comienzo a la cena cuando por uno de los centinelas se les avisa que las fuerzas mixtas de Franco habían rodeado la masía.
- ¡La madre que los parió! Tenemos aquí a los falangistas junto con la Guardia Civil y también vienen los soldados.
Inmediatamente a las armas.
- ¡ Sabemos que están ahí ¡. ¡Ríndanse que no les pasará nada! ¡Salgan con los brazos en alto!
La contestación de los maquis no se hizo esperar. Por puertas y ventanas volaban las bombas de Lafite, al mismo tiempo que las metralletas escupían balas por doquier.
Un silencio. De nuevo el teniente para decir.
-¡Entreguen las armas! ¡No tienen escapatoria!. ¡Están totalmente rodeados y de continuar en esa tesitura morirán todos!. Han sido ustedes engañados. ¡Ríndanse que es lo mejor!. Es una pena que entre españoles ocurran estas cosas.
Arenga va y arenga viene, pero el Maquis continuaba solmenando e incordiando a las fuerzas de Franco. En aquellas zonas de Cataluña les habían informado que los ejércitos eran mandados por el General Esparza, obedeciendo órdenes del Capitán General Moscardó de Barcelona. 
Los guerrilleros dejaron salir de la casa a sus moradores al mismo tiempo que liberaban al ganado que se hallaba en las cuadras: un acuerdo por ambas partes. Más tarde, continuó el fuego. Lanzallamas, bombas de mano y de humo; cada cual buscó su salida para salvarse como pudiera, unos por las ventanas, otros por las puertas, todos deberían desalojar la vivienda y concentrarse una vez fuera, en el lugar asignado por el mando.
Los guerrilleros dejaron salir de la casa a sus moradores al mismo tiempo que liberaban al ganado que se hallaba en las cuadras: un acuerdo por ambas partes. Más tarde, continuó el fuego. Lanzallamas, bombas de mano y de humo; cada cual buscó su salida para salvarse como pudiera, unos por las ventanas, otros por las puertas, todos deberían desalojar la vivienda y concentrarse una vez fuera, en el lugar asignado por el mando.Allí quedaron varios muertos, otros heridos; los demás fueron detenidos en la misma masía.
Entre los heridos fue abatido JUAN LANAS* que fue recogido y conducido a un hospital de Terrassa, llamado San Lázaro.
(general Moscardó)
(Hospital de Sant Llàtzer, Terrassa)
Bajo la vigilancia de la Guardia Civil, permaneció en dicho hospital dos meses y medio. Los primeros días fue sometido a rayos, inyecciones para reanimar el corazón y otros remedios. Estando en el hospital de Terrassa y habiendo pasado por los rayos X, se le apreció que la bala o las balas que le habían herido no le habían cogido ninguna tripa. Cuando hubo mejorado fue interrogado por las fuerzas de Franco y más tarde conducido a la Prisión Celular de Barcelona. Allí fue sometido a declaraciones por parte de la policía y más tarde, a Consejo de Guerra dónde se le pidió Pena de Muerte".
JUAN LANAS era el nom fals amb el qual Abelardo Torrijos Fueyo (fotografies) hauria creuat la frontera dels Pirineus a finals de 1944 seguint el pla de revolta general a Espanya concebut per la UNE (Unión Nacional) i precedit per la popularment coneguda invasió de la Vall d'Aran. Abelardo Torrijos era fill de Nureña (Oviedo, Astúries),estava casat i tenia una filla. Llavors dels fets de Matarrodona tenia 35 anys. 
Havia treballat en un taller de fundició fins que la guerra civil espanyola el mobilitzà, primer a Asturies en el Batalló 58 i perdut el front asturià, fou enquadrat a la 26a Divisió de l'Exèrcit Popular de la República a Catalunya fins el moment de la derrota, exili i posterior calvari a França. Allà va fugir d'un camp de concentració a un altre fins a la invasió de França per part dels alemanys de Hitler, el maig de 1940. Es va unir al maquisard francès, participant activament en els assalts als convoys alemanys destinats a contraatacar la invasió de Normandia, el juny de 1944. I el dia de l'alliberament de Paris Abelardo ja feia temps que havia assolit el grau de capità, la mateixa graduació amb la qual va comandar el grup de 25 homes "pertrechados con bombas, metralletas y toda clase de armamento, así como de propaganda de folletos, pasquines, fotografías y diverso material propagandístico" que van mantenir la refrega amb la guàrdia civil a Matarrodona (Mura, Bages). Curades les ferides i posteriorment torturat i empresonat, en Consell de Guerra fou condemnat a mort. L'onze d'abril de 1946 però, se li conmutava la pena de mort per una condemna de 25 anys de presó. El 12 de setembre de 1955, després de 11 anys a les presons de San Miguel de Los Reyes (Valencia) i al Penal del Dueso (Santander) Abelardo Torrijos va sortir en llibertat condicional. En poc temps retornà a la indústria siderúrgica i ben aviat assolí el treball de Vocal i Jurat d'Empresa defensant els drets dels treballadors. Posteriorment en democràcia també treballà en premsa (corresponsal de Noreña al diari Región) i també ràdio (Radio Juventud de Langreo). 
Havia treballat en un taller de fundició fins que la guerra civil espanyola el mobilitzà, primer a Asturies en el Batalló 58 i perdut el front asturià, fou enquadrat a la 26a Divisió de l'Exèrcit Popular de la República a Catalunya fins el moment de la derrota, exili i posterior calvari a França. Allà va fugir d'un camp de concentració a un altre fins a la invasió de França per part dels alemanys de Hitler, el maig de 1940. Es va unir al maquisard francès, participant activament en els assalts als convoys alemanys destinats a contraatacar la invasió de Normandia, el juny de 1944. I el dia de l'alliberament de Paris Abelardo ja feia temps que havia assolit el grau de capità, la mateixa graduació amb la qual va comandar el grup de 25 homes "pertrechados con bombas, metralletas y toda clase de armamento, así como de propaganda de folletos, pasquines, fotografías y diverso material propagandístico" que van mantenir la refrega amb la guàrdia civil a Matarrodona (Mura, Bages). Curades les ferides i posteriorment torturat i empresonat, en Consell de Guerra fou condemnat a mort. L'onze d'abril de 1946 però, se li conmutava la pena de mort per una condemna de 25 anys de presó. El 12 de setembre de 1955, després de 11 anys a les presons de San Miguel de Los Reyes (Valencia) i al Penal del Dueso (Santander) Abelardo Torrijos va sortir en llibertat condicional. En poc temps retornà a la indústria siderúrgica i ben aviat assolí el treball de Vocal i Jurat d'Empresa defensant els drets dels treballadors. Posteriorment en democràcia també treballà en premsa (corresponsal de Noreña al diari Región) i també ràdio (Radio Juventud de Langreo). 
El 1986, un any abans de la seva mort, Abelardo Torrijos va escriure una autobiografia inèdita "Memorias del Tonto Juan". Luchar: ¿para y por qué?. Un vívid i emotiu relat de tots aquests anys del sXX que van convulsionar el món sencer, sent extraordinàriament colpidors els capítols dedicats a la guerrilla, interrogatoris, l'angoixant espera i la conmutació de la pena de mort. Capítols que m'ha estat possible llegir per cortesia de la seva néta Virginia Gil Torrijos a qui vull agraïr molt sincerament la seva bona disposició per a poder conèixer de primera mà els fets de Matarrodona.
"Debería imponerse el Razonamiento, la Libertad, no el Libertinaje, debería imponerse la Escuela, la Educación y el Respeto con todos y para todos. Agotemos todos los medios a nuestro alcance antes de volver a las terribles tragedias de unos contra otros". Abelardo Torrijos Fueyo.
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